domingo, 7 de enero de 2018

EN LA TRASNOCHADA 
María Jesús Mayoral Roche



Campaña subida a youtube por Jakob Ström que busca combatir la violencia contra las mujeres.
 
Así comienza uno de mis libros de cabecera:   

De mi abuelo, el buen carácter y la ausencia de cólera.
De la fama y recuerdo del que me engendró, la decencia y la virilidad.
De mi madre, la devoción, la generosidad y refrenarse tanto de hacer daño como de tener la idea de hacerlo; además, la sencillez en el régimen de vida lejos de las costumbres de los ricos.
De mi bisabuelo, no frecuentar las escuelas públicas; disfrutar de buenos maestros en casa; saber que en eso hay que gastar de forma espléndida.
De mi preceptor, no ser de los verdes, ni de los azules [...] aguantar, necesitar poco, bastarse con sus propias manos, saber estarse tranquilo y no ser receptivo a la calumnia.

Los bien nacidos e instruidos, los decentes y sinceros, ni qué decir tiene, que al leer estas líneas se sentirán identificados con sus antepasados. A mí me pasó en cuanto las leí, también me vienen estas frases a la memoria cuando en algún momento de la vida me encuentro con indeseables y hacen que me pregunte: ¿Y este personaje qué ha aprendido de los suyos? ¿Qué le han enseñado? ¿De dónde ha salido? Otras veces me digo para mis adentros: A ti ya te veo, me gustaría conocer a tu madre. ¿A qué viene esto? La Manada, la presunta violación múltiple de una muchacha de 18 años. Debo reconocer que la noticia y el juicio de este caso me dejó... Bueno, a mí y a España entera. Porque sinceramente es un caso cuya calificación prefiero omitir y ahora... a ver qué  pasa con la sentencia, dependiendo de ésta, las fiestas en España podrían convertirse en un hervidero de “manadas en tropel”. Y es que la violación  siempre ha resultado barata, quiero decir que se condena poco. No sé si tendrá qué ver que quienes han hecho las leyes siempre han sido hombres; pero por otra parte pienso que estos hombres tienen madres, hermanas, hijas. 
Esto de la liberación de la mujer algunos la entienden y la elevan a la categoría de que todas las mujeres son putas, así, de entrada y por sistema. Suena mal, pero es así visto como las tratan. Y este concepto que tienen los hombres hoy en día de las mujeres es un mal general que alcanza a todas las generaciones. Son muchos los que confunden la amabilidad con ganas de... Otros que sin mediar palabra proponen... Y otros que directamente agreden y luego se agarran a que iban bebidos... O le echan la culpa a la otra porque provocaba... O bien todo revuelto. ¿El resultado? Una sociedad que cada día me da más asco.  
Y entre tanto cafre que circula por ahí, me pregunto qué han aprendido todos estos de sus antepasados, de sus progenitores y a la vez me pregunto qué les han enseñado. Y esto no va sólo para los jóvenes, también va para los viejos verdes con el pelo teñido que van a la desbandada a base de pastillas azules. Resulta patético, la verdad. Lo que sí queda claro es que todos estos saben cómo hacer que una mujer se sienta mal. Y que conste que no estoy metiendo en el mismo saco a todos los hombres. Los hay que dan la talla, siguen dando la talla porque les han enseñado y han aprendido a respetar; han evolucionado  con los nuevos  tiempos, tienen principios y no se apartan de ellos. Añadir que los hombres de esta especie son escasos, cada vez quedan menos; pero las élites son siempre   escasas, por eso son élites. Y cuando digo élites no me refiero a  esos personajes de opereta con pedigrí que presumen de linaje, alcurnia y prosapia y lo único que han recogido es el polvo y la polilla de los escudos y estandartes. Porque los hay que se cubren con la gloria de sus antepasados para esconder sus vicios, estos son los peores.
Es evidente que algo está fallando en las relaciones entre hombres y mujeres. No es ni medio normal el maltrato, tanta violencia, los asesinatos, los abusos sexuales... Y creo que los padres y madres deberían ponerse a la tarea de educar a sus hijos, no dejarlos a la desbandada, no consentirles tanto, perder el tiempo con ellos dialogando, ver y asumir sus problemas...  Comprendo que son tiempos difíciles para educar a los hijos, hay demasiados frentes, demasiadas tecnologías que se nos van de las manos... Porque me da la sensación de que todos estos cafres han surgido por generación espontánea y nadie ha perdido el tiempo con ellos, tal vez les hayan dado más alas o quizá son deficientes en inteligencia emocional y se comportan como animales. Y es que muchos papis de hoy en día se quitan de en medio a los hijos a la primera de cambio, les ponen una pantalla delante para que jueguen y solucionado. Cuando llegan a la adolescencia les dejan salir hasta las tantas sabiendo que estarán dándole a la litrona; si hacen alguna gorda los justifican y hasta les dan la razón. Esto de dar alas a los nenitos... y no enseñar una disciplina trae  consecuencias. Si los adolescentes no ceden el sitio a un  anciano en el autobús es porque los padres no les han enseñado. Porque estas cosas no las enseñan en el colegio, y esta situación podría tener otra lectura,la compasión, compadecerse del débil. Pero cómo van  a compadecerse del débil cuando los padres los han sentado y no los han levantado cuando ha subido una persona mayor al autobús. Yo recuerdo que mi madre me levantaba, recuerdo que mi madre me cogía del brazo y me retiraba cuando iba a entrar o salir de una tienda una persona mayor. Porque yo siempre iba por delante y ligerita.
  El fin de año ha sido espeluznante: han encontrado el cadáver de Diana Quer, lo ha confesado su presunto asesino. El perfil de este sujeto... Pero hay algo que no entiendo, la normalidad del tipo en cuestión: casado, casa unifamiliar registrada, vida tranquila, trabajos diversos, deportista, carácter retraído, una hija, un hombre entregado a su familia. Visto lo visto... ¿Su mujer no sospechaba nada? ¿Lo encubría facilitándole una coartada? ¿La familia de ella tampoco sospechaba? ¿Y esa denuncia de abuso sexual a su cuñada? Sin embargo en las dependencias policiales era ya conocido, algunos también sabían de sus brotes violentos. Poco puede hacer la policía si se tapa todo y se envuelve todo en “normalidad”. Sí, claro, la respuesta puede ser el miedo, pero sólo es uno frente al resto. ¿Un resto mudo, ciego...? Mal vamos. 
2017 en violencia de género, yo lo calificaría como un año horrible. Denunciar... algunas  han denunciado sin resultado, no les han hecho ni caso. De todas maneras hay que denunciar, sí o sí. Veo el telediario, escucho las noticias, leo el periódico y ante tanta violencia de género debo decir que siento una honda tristeza, pesar. Esta sentina de violentos crece, no se detiene y consuman sus instintos impunemente; encima son tan inmorales y desaprensivos que consiguen sembrar  la duda. Y me temo que las sentencias... Veremos qué pasa con el caso “Manada”.